Ejercicio continuado de parentalidad durante el confinamiento y fases posteriores
Los padres y madres tienen que sobrellevar las tensiones derivadas de la adaptación y organización diaria, pudiendo estar sometidos además, a otras presiones externas como la incertidumbre o la pérdida de empleo o recursos económicos, la enfermedad de algún familiar o cualquier preocupación adicional debida al confinamiento o a características inherentes a su momento vital.
En estrés derivado de este conjunto de factores puede afectar y desbordar a los padres y madres cuidadores provocando pérdidas de control ante las distintas situaciones tensas en que niños y adolescentes puedan estar implicados. Por ello, es absolutamente necesario que presten atención, en primer lugar a su estado de ánimo.
Hay que recordar que si los padres están bien, los niños están bien, por lo que es necesario que cada uno encuentre la forma de equilibrar sus emociones buscando espacio para dedicar tiempo a sí mismo y haga algo que le resulte muy gratificante, al margen del ejercicio físico, que en esta situación se convierte en necesario.
En caso de tener dificultades par conseguir el equilibrio emocional necesario para convivir con los distintos miembros familiares es muy buena idea buscar apoyo profesional.
El formato de terapia online resulta tan efectivo como el presencial. Elegir un buen profesional y recibir apoyo terapéutico puede facilitar los cambios internos necesarios para vivir esta experiencia con más tranquilidad proporcionando al resto de la familia la seguridad y estabilidad tan necesarias para todos en estos momentos.