En ocasiones, existen momentos de duda o crisis motivados por factores internos (miedo al compromiso, miedo al rechazo, inseguridad personal, conflictos emocionales o laborales ajenos a la pareja, etc.) o externos (influencia o interferencia de terceras personas, cambios importantes en la vida de pareja como consecuencia del nacimiento de los hijos o cambios de residencia, entre otros).
Con la ayuda de un psicólogo especializado estos períodos fortalecen la relación.