A continuación de explicamos la diferencia entre miedos y fobias y explicaremos cuales son los miedos y temores más comunes.
Los miedos en los niños son naturales y aparecen en determinados momentos evolutivos de la infancia. Suelen aparecer coincidiendo con períodos de edad resultando pasajeros y de poca intensidad y remitiendo espontáneamente porque suele tratarse de miedos evolutivos.
Las fobias son miedos de gran intensidad, irracionales y desproporcionados al riesgo que supone la situación u objeto temido ya que no suelen suponer una amenaza real (oscuridad, petardos, pequeños animales, etc.) . El niño o niña reacciona con intensa ansiedad y esfuerzos por evitar el objeto o evento temido causando así mismo ansiedad y malestar en el resto de miembros de la familia.
1) Miedo a la oscuridad. Es muy frecuente. Suelen tenerlo uno de cada tres niños hacia los 2 años y disminuir a los 8-9. A veces aparece junto a otros temores (miedo a la separación, a seres imaginarios y peligrosos, ladrones, ruidos, fantasmas, monstruos, abandono).
2) Miedo a la separación: este es un miedo universal que prácticamente tienen todos los niños. Tiene que ver con el instinto de supervivencia: los niños en sus primeros estadios de vida dependen de sus cuidadores para sobrevivir. Cómo consecuencia o reminiscencia el niño o la niña puede sentir ansiedad al tener que separarse o alejarse de las personas con las que está vinculado, especialmente de la madre.
De forma natural este temor remite a partir de los 6 años. A partir de esa edad, cuando el miedo se mantiene podemos evaluar por si esta situación ha evolucionado hacia el llamado “ansiedad de separación”. Consiste en un intenso temor a separarse de los padres o principales cuidadores. Por su intensidad y duración interfiere en la vida del niño y los cuidadores. En los episodios de ansiedad de separación el niño o la niña reacciona ante las despedidas con intensos y prolongados llantos y rabietas negándose a quedarse con otras personas que no sean sus padres o cuidadores.
3) Miedos escolares: estos miedos se refieren a elementos o situaciones concernientes al entorno escolar (asignaturas concretas, profesores, relaciones sociales, repetir curso, problemas relacionados con el comedor, etc.). También a las actividades sociales desarrolladas en el entorno escolar (hablar en clase, exponer trabajos, relaciones conflictivas con compañeros, etc.).
Este tipo de miedos puede acrecentarse con la edad. Precisa de una actitud firme de los padres y a veces la colaboración del profesorado para evitar ausencias escolares prolongadas, ya que las conductas de evitación acrecientan el problema.
4) Miedos médicos: se refieren a los miedos que los niños pueden tener ante el dolor físico, los procedimientos médicos y al propio contexto sanitario (medicaciones, hospitalizaciones, inyecciones y vacunas, sangre, batas y profesionales, especialmente los dentistas).
En esta etapa evolutiva las relaciones sociales y entre iguales cobra mucha importancia y puede generar miedos relacionados con las relaciones sociales e interpersonales. La comparación con los iguales y el estatus ante los demás es muy importante. Cuestiones como el aspecto físico , los éxitos deportivos y las capacidades intelectuales pasan a ser primordiales. Es importante ayudar a nuestro adolescente a prepararse para los cambios y desafíos aprovechando esta etapa como un entrenamiento para la edad adulta.